A
la hora de usar las pinturas metalizadas, debemos tener en cuenta una
serie de consejos, para poder conseguir un mejor resultado, como son:
-Como
también sucede con la mayor parte de las tintas, antes de que
apliquemos la pintura metalizada, debemos eliminar cualquier resto de
polvo, grasa o pintura, para que el resultado final sea lo más
homogéneo posible. A posteriori, si la superficie es más bien
porosa, hay que aplicar una imprimación para poder sellar los
agujeros y que el producto pueda agarrar, al 100%. Si no hay poros,
se podría aplicar la pintura, de manera directa. A la hora de hablar
de capas, lo más recomendable es pintar en capas, que sean más bien
finas. La tonalidad y el brillo que va a lograr la pintura
metalizada, que va a depender de la cantidad de producto, que se va a
poder usar. Por esta razón, si pintamos varias capas, que sean
finas, en lugar de una única capa gruesa, el color se va a graduar,
con más facilidad, se va a regular el brillo, mucho mejor y, al
final, lo que vamos a conseguir es que la superficie, sobre la que
estamos pintando, quede mucho más protegida.
-El
efecto metalizado va a realzar el aspecto metálico de los
materiales, va a devolver el brillo y va a evitar la tan temida
corrosión. Para poder conseguirlo, los pigmentos metálicos son
tratados, para poder ser usado en aplicaciones, que sean acuosas, a
la vez que se van a reforzar con productos específicos, para poder
mejorar su resistencia, a los numerosos agentes externos.
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