Por
ejemplo, el negro, el blanco y un tercer color van a formar una gama,
que es perfecta para el salón, lo que nos va a permitir cubrir todas
las necesidades, que podamos tener. El negro y otros colores, que no
sean el blanco, van a ofrecer posibilidades parecidas, siempre que
ambos colores no desentonen entre sí. Por ejemplo, tenemos los
cuadros, que son unos elementos básicos en la decoración de nuestro
salón. Su color y sus características van a integrarse en el estilo
de todo el conjunto y, en dicho caso, con el predominio del color
negro. Por ejemplo, una reproducción del “Guernica” de Picasso
va a ser acierto en un salón en el que predomine el color negro; el
blanco y el azul van a poder completar la paleta de la habitación y
nos dará la posibilidad de poder lograr un salón confortable,
moderno y muy cálido.
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