domingo, 27 de mayo de 2012

Guía sobre cómo mezclar colores (II)



Es básico tener en cuenta que el color, que se va a conseguir con la mezcla de dos o más pinturas, va a depender las proporciones usadas en la mezcla. O sea, para poder reproducir dicho color, en una mezcla posterior, las proporciones van a tener que repetirse, siendo 100% iguales. Cuando más cambien, entre unas y otras, mayor va a ser la diferencia de la mezcla y, también, peor va a ser el resultado. Por esta razón, es muy importante evaluar a conciencia el empleo de una mezcla para poder tener con total seguridad; por un lado, saber que la combinación obtenida va a ser suficiente para poder cubrir toda la superficie que se busca pintar, y por otro lado, para poder prever futuros problemas si, después, con el paso del tiempo, va a ser necesario reproducir dicha tonalidad, con las dificultades que eso puede provocar, si fuera necesario tener que reproducirlo. Suele dar menos problemas, si usamos una combinación de colores, a la hora de pintar un mueble, que para pintar una pared. Esto se va a deber a que el mueble es un objeto autónomo, cuyo color debe parecerse, pero no tiene que ser igual al color del resto de los muebles. Pero, por otro lado, la tonalidad de las paredes si debe ser igual, a lo largo y ancho, de toda la superficie, sino... podemos arruinar toda la decoración de nuestra habitación.

Foto: fuente

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