La
intensidad de cada uno de los colores que hayamos elegido, va a
depender de la proporción que hayamos elegido. El gris se va a
conseguir con dos partes de blanco y una de negro. Pero, si apostamos
por tres partes de blanco y una de negro, el resultado va a ser un
gris, que va a ser más claro. Lo mismo va a suceder si empleamos más
o menos blanco en la combinación con el rojo, para lograr un rosado.
Más o menos azul, no dará un tono diferente de violeta (así,
cuando más azul tenga, más morado va a ser; mientras que, va a ser
más púrpura, cuanto menos tenga... Como hemos dicho, estos datos
sólo son orientativos y muy generales. Sobre dichas proporciones
podremos encontrarnos con una gran cantidad de variantes y, por
tanto, con una gran cantidad de resultados. Pero, por supuesto, en
este campo, también, nos encontramos con una serie de trucos y
consejos, para lograr un mejor resultado, y que tendremos que tener
en mente, antes de ponernos a mezclar colores y pinturas.
-Hay
tintes que nos van a ayudar a dar color a la pintura blanca, que es
la más básica del mercado. En muchas soluciones, va a ser la
solución más practica y con el mejor resultado, si lo que estamos
buscando una tonalidad determinada, mejor que si decidimos combinar
colores diferentes.
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