Las cocinas vitrocerámicas se caracterizan por ser rápidas, muy limpias, cómodas y planas. Suuso de ollas y de sartenes con fondo liso y no emplear cazuelas de barro. Esta tecnología va a exigir que empleemos recipientes llegada supuso una renovación, y se han quedado. Una vitrocerámica va a ser muy cómoda de limpiar y gracias a sus indicadores de calor, esto va a hacer que las placas sigan calientes, a pesar de que las apaguemos, lo que significará un ahorro de energía, bastante importante. Hay tres tipos de vitrocerámicas en el mercado, dependiendo de sus elementos calefactores: con resistencias radiantes, de inducción y con halógenos. También, tenemos las que poseen mandos sensitivos -touch control- y donde se pueden combinar las placas ultrarrápidas, halógenas o de doble circuito. Una vez que las hayamos apagado, la placa sigue estando caliente entre cinco y siete minutos, lo que hace que si queremos ahorrar energía, se recomienda apagarlas, antes de que se termine la cocción. Para poder evitar posibles daños en la superficie, se recomienda el apropiados, o sea, que estén fabricados con material ferromagnético y que tenga fondo plano, grueso y liso.
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