En el caso de que el problema sean los caracoles, en ocasiones, nos encontramos con una solución muy sencilla como es esparcir una pequeña cantidad de gravilla de roca volcánica -que va a actuar como repelente- por la zona de la base de la planta. Un cebo que va a ser perfecto para que estos moluscos no ataquen nuestras plantas. Pero, también, podremos colocar un recipiente, donde pondremos cerveza: los caracoles se van a sentir atraídos a causa del olor de dicha bebida. Para poder evitar que los caracoles trepen por las macetas, otro consejo es colocar una cinta adhesiva de doble cara, alrededor de todo el tiesto, para que los animales no pueda.
→ Los trasplantes y los abonos. Es muy importante que la planta no se encuentre en la fase invernal, ya que se suspende, tanto el crecimiento como el desarrollo de la actividad física. Si no, el estrés puede llegar a afectarla y poder provocar graves problemas en nuestra planta. Tras haber realizado el trasplante, hay que esperar a que pasen entre seis y ocho semanas, antes de realizar el abono natural en la tierra. Se debe iniciar, este paso, con dosis que sean bajas: la mitad o una tercera parte de las cantidades, que nos va a indicar el recipiente del abono, que hemos adquirido. Con el paso de los días y del avance de la estación de la primavera, podremos ir aumentando las cantidades, hasta llegar a lo que se recomienda en los envases o por las especialistas.
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