La adquisición de un sofá es una decisión muy importante, que tendremos que valorar bien, con tiempo. Recuerda que el sofá va a ser el mueble más importante de una estancia tan importante de tu casa, como es el salón. Lo primero que debemos hacer es huir de aquello que nos entre por los ojos, desde un primer momento. Recuerda que puede ser un buen sofá, de manera estética, o sea, muy bonito y, luego, que no combine con el resto de los muebles y ser muy incómodo. Como es un mueble que vas a usar mucho, antes de comprarlo, deberías probarlo en la misma tienda, recostarte en él... hacer lo que harías en tu casa. No debes olvidar el espacio que tienes en tu casa, para él. Lo mejor es apuntar las medidas exactas y llevarlas a la tienda. El sofá debe ser de un tamaño adecuado, ya no sólo para la estancia, sino para las personas que se van a sentar en él, que lo van a emplear. Para que el sofá sea cómodo, en su medida justa, debe ser duro, desde el principio, de fábrica. Con el paso de los años y el peso que soporta un sofá, va a acabar deformándose y se va a hundir, más o menos, por lo que perderá todo el valor. Por esta razón, es muy recomendable que al comprarlo, los cojines sean algo más duros y las bases no se flexionen mucho, pero sin perder en comodidad.
Foto: fuente
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